Cronica de una muerte anunciada:

Primero vinieron por los discos de pasta, pero como yo no lo era, no me preocupe
Luego vinieron por los magazines, pero como yo no era magazine, no me preocupe
Despues llegaron por los simples de vinilo, pero como yo no era tal, no me preocupe
Mas tarde vinieron por los vinilos, mas como yo no era vinilo, tampoco me preocupe
Ahora estan golpeando a mi puerta...ya es tarde
(TDK C 60, poeta suburbano)

Triste destino el mio, cuando la cadena britanica Currys termine de vender sus cassettes virgenes, ya no repondra stock y asi comienzare a escribir el final de mi historia, fatal e inexorable.
Porque en rigor de verdad lo mio no es un tema de muerte subita, es pues, una lenta y larga agonia.
El futuro muerto soy yo, carcaza de plastico con corazon de cinta, victima de la impia tecnologia digital. El que albergo dignamente tu musica durante casi 40 años. El que tenia que ser bien tratado porque me estiraba con cada play/stop y luego hacia sonar a interpretes chillones con el registro de voz de un Barry White; o cortaba mi cinta con cierta facilidad aunque tenia arreglo con apenas un trozo de scotch o con una buena operacion con herramientas de joyeria. Tambien soy el que se incineraba en la guantera de tu carro, alli, olvidado o el que se decoloraba en un escaparate de disqueria.
Soy el que alguna vez hizo sonar tu musica en asados, en el auto, en la pieza de tu amiga, en la pieza de tu amigo, en tu pieza oscura, en tu Toshiba boombastic en la calle y en tantos lados mas.
Aquel soy, al que podias borrarle la memoria y reprogramarlo nuevamente con otra grabacion sin sufrir de desarraigos.
Tambien soy el que no sufrio ezquizofrenia con tus compilados ni me queme con la tapa de las velas del disco de Richard Clayderman.
Cassette, K 7, Fita; asi me llamaban. A otros hermanos los sponsoreaban marcas como Philips, Technics, Agfa, Basf, Audi, Citacrom, Maxell, etc. etc.. Te entretenia por 10, 46, 60, 90 o 120 minutos y podia venir con alma de cromo, ferrocromo o metal.
Hoy me estoy despidiendo; casi desde la tumba te saludo y solo te pido algo... recordame.